Del huerto a tu tocador: La caléndula en nuestros jabones

La caléndula es la reina de nuestro huerto en esta época del año, y materia prima para nuestro recien elaborado jabón (de caléndula, claro) que en unas semanas estará listo para poder disfrutar de sus beneficiosas propiedades para la piel.

Mientras ese momento llega, me apetecia compartir con vosotros el proceso tan cuidadoso de estas flores desde que las recogemos en el huerto hasta que las añadimos al jabón.

Las caléndulas crecen felices en nuestro huerto libre de pesticidas y productos químicos.

Por un lado recolectamos las flores una a una, por la mañana cuando sus pétalos están abiertos, y las dejamos macerando en aceite de oliva virgen extra durante al menos quince días.  De ahí obtendremos el oleato de caléndulas.

Al sol y a la luna.

Siempre teniendo cuidado de que el aceite cubra completamente las flores para que no se produzca moho.

Y agitando dos veces al día.

Transcurrido el tiempo necesario filtramos bien el oleato para eliminar impurezas y ya tenemos nuestro aceite preparado para el jabón.

Por otro lado seleccionamos pétalos de caléndula y los dejamos secar

Una vez secos los molemos y los añadiremos al jabón, los pétalos además de tener muchas propiedades, darán un bonito color al jabón y el toque decorativo.

El resultado es un jabón realmente bonito y con unas propiedades maravillosas para la piel.

No se vosotras (y vosotros), pero yo estoy deseando probarlo...

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